"Así es mi vida, piedra, como tú; como tú, piedra pequeña..." León Felipe, Versos y oraciones de caminante.
"La vida se filtra en la poesía por grietas difíciles de precisar, y la poesía habla de manera directa o indirecta de la vida, de toda la vida a la vez, de todo lo que somos, de todo lo que hemos sido." Luis García Montero, Mañana no será lo que Dios quiera.
"...escribiendo en las posadas lo que había discurrido por el camino." Saavedra Fajardo, Empresas políticas.
"La soledad siguiendo, / rendido a mi fortuna, / me voy por los caminos que se ofrecen, / por ellos esparciendo / mis quejas de una en una / al viento, que las lleva do perecen..." Garcilaso de la Vega, Canción segunda.
"Los confines del alma no podremos encontrarlos caminando, aunque recorramos todos los caminos: así es de profunda su expresión." Heráclito.
"Los poetas carecen de pudor con respecto a sus vivencias: las explotan." F. Nietzsche, Más allá del bien y del mal.
"Tengo necesidad de escribir cosas que, en parte, se me escapan, pero que son la prueba precisamente de lo que en mí es más fuerte que yo mismo." Albert Camus, Carnets.
"Pasos de un peregrino son errante cuantos me dictó versos dulce Musa en soledad confusa, perdidos unos, otros inspirados." Luis de Góngora, Soledades.
"Sí, poeta: el amor y el dolor son tu reino." Vicente Aleixandre, Sombra del paraíso.
"Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales que, lavándose las manos, se desentienden y evaden. Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse." Gabriel Celaya, Cantos íberos.
"No me queréis, lo sé, y que os molesta / cuanto escribo. ¿Os molesta? Os ofende. / ¿Culpa mía tal vez o es de vosotros? " Luis Cernuda, Desolación de la Quimera.
"La verdad es el objetivo profundo de la poesía." Joan Margarit, Se pierde la señal.
"Los versos fluyen sin cesar, y yo los espanto como siempre hasta que oigo vibrar uno que vale." Anna Ajmátova, Réquiem y otros escritos.
"Me da sueño leer mis poesías / Y sin embargo fueron escritas con sangre." Nicanor Parra, Poemas y antipoemas.
La bitácora [que hojeas] comenzó a gestarse una noche fría de invierno cuando contemplaba las estrellas esparcidas [aparentemente, al azar] por un cielo profundo y limpio, miles y miles de millones de estrellas imperturbables a los fines de los hombres en este diminuto planeta [que no es sólo nuestro y que además conoce su destino: el cuándo le alcance depende de la medida de nuestra Estupidez, de nuestra Codicia, de nuestra Soberbia, de la medida de nuestro Ego, de nuestro Antropocentrismo idiota, ciego y extremadamente predatorio.]
El Hombre camina [como puede] bajo esas estrellas porque no sólo le espolea el hambre o la sed [esas nobles necesidades], sino también porque hay sed y hambre de verdad y conocimiento [de sí mismo, de los otros, de lo cognoscible y de lo que no lo es.] La curiosidad es indispensable para sobrevivir. Es caminante, peregrino, viajero y lo es tras una estela inasible y abandonando sutiles huellas [o versos, tal vez, inútiles] por doquier que el mar del tiempo se llevará a no sé dónde ni cuándo [como estas mismas palabras que ahora y aquí escribo: un mensaje en una botella.]
Es la alquimia de los días, al crepúsculo, el oro de Ulises. Los días pasan y segregan, depuran al menos dos versos mal rimados: del plomo de la realidad vivida, de las horas de cinc, de las visiones de azufre de la vigilia, del lapislázuli del sueño. Se subliman en oro converso, en gotas contables, en uno, dos o cuatro versos significantes de lo insignificante, de las cosas pequeñas que son, que nos pasan. Se transmutan en materia poética: en conjunción, las palabras y los días...
Invierno, 2005 | Daniel Espín López
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lunes, marzo 28, 2011
UN HASTA PRONTO A LA PEÑA BLANCA, UNA Y TRINA
El poeta en la cima de la Peña Blanca, vertical, caliza y guardiana almena peñascosa de Peñalba de Santiago, la que también alberga a sus pétreas enaguas de lino blanco la cueva ermita de San Genadio, ermitaño clave y revolucionario que fue en lugar y paisaje de eremitas y monjes: el Valle del Silencio en la comarca del Bierzo [al noroeste de España].
Blanquísima por la luz mordida cuando despiertas, o dulcedumbre con manos de albura que sanan de viva piedra: virgen, troyana y madre.
En tu alma cumbre cicatrizo al fin los párpados cálices, y abandono un deseo hasta el otoño que devenga si viniere. Así que otra vez me hables asimismo desnuda y con este poeta echado sobre tus latidos amables [que de adentro
arrancan de raíz del centro de la tierra.]
Cuánto amor, evohé, se reúne alrededor de un corazón de tan esponjosa materia, y cuánto se me crea a la vez que de nuevo vislumbro tu cuerpo bañándose en claridades [no previstas en mi pagana biblia de cabecera] guardando el secreto del silencio en sus tebaicos brazos después de caída generosamente la lluvia
[como un milagro en los cansados pies de los desiertos de este poeta...]
Dale al play si quieres contemplar las tierras, las montañas, el valle que ha inspirado este poema y además escuchar el recitado del poeta [más o menos afortunado] al final de este video: que realicé para que así contemplándolo entendieran unos amigos mi pasión por estas alturas y sus silencios. Puedes también visitar mi sitio en youtube para visionar éste y otros videos también de mi cosecha: http://www.youtube.com/DannyELest.