LA ALQUIMIA DE LOS DÍAS [A modo de prólogo]La bitácora [que hojeas] comenzó a gestarse una noche fría de invierno cuando contemplaba las estrellas esparcidas [aparentemente, al azar] por un cielo profundo y limpio, miles y miles de millones de estrellas imperturbables a los fines de los hombres en este diminuto planeta [que no es sólo nuestro y que además conoce su destino: el cuándo le alcance depende de la medida de nuestra Estupidez, de nuestra Codicia, de nuestra Soberbia, de la medida de nuestro Ego, de nuestro Antropocentrismo idiota, ciego y extremadamente predatorio.] El Hombre camina [como puede] bajo esas estrellas porque no sólo le espolea el hambre o la sed [esas nobles necesidades], sino también porque hay sed y hambre de verdad y conocimiento [de sí mismo, de los otros, de lo cognoscible y de lo que no lo es.] La curiosidad es indispensable para sobrevivir. Es caminante, peregrino, viajero y lo es tras una estela inasible y abandonando sutiles huellas [o versos, tal vez, inútiles] por doquier que el mar del tiempo se llevará a no sé dónde ni cuándo [como estas mismas palabras que ahora y aquí escribo: un mensaje en una botella.] Es la alquimia de los días, al crepúsculo, el oro de Ulises. Los días pasan y segregan, depuran al menos dos versos mal rimados: del plomo de la realidad vivida, de las horas de cinc, de las visiones de azufre de la vigilia, del lapislázuli del sueño. Se subliman en oro converso, en gotas contables, en uno, dos o cuatro versos significantes de lo insignificante, de las cosas pequeñas que son, que nos pasan. Se transmutan en materia poética: en conjunción, las palabras y los días... Invierno, 2005 | Daniel Espín López
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sábado, octubre 10, 2009
LA ESPERANZA, EL AZAR Y LAS MATEMÁTICAS EN LOS HUNDIMIENTOS
"Sólo confío en las cosas inciertas..." François Villon, Balada de Villon, del concurso de Blois.
"¿Y me preguntas hoy por qué estoy triste? De los álamos vengo." Ángel González, Otoños y otras luces.
"Ahora sabemos por qué el Pantano de la Tristeza se llama así." Michael Ende, La historia interminable.
"I just need your star for a day." Nick Drake, Fly.
Si hallas el vestigio en la playa, creo que no es casual o que el Azar juega a desmontar esta comedia de cosmos en desorden y viceversa en espasmos de risa y dolor. Si lo hallaras tira del hilo hacia ti mismo y descifra los binarios, reorganiza el caos de esta revolución que se avecina, el misterio que esconden, las indicaciones todavía no visibles ni congruentes, espera un golpe de suerte, no desesperes. Confía en la ciencia de la criptografía y espera aún más pacientemente de lo habitual que el mar traiga lo que no hay sin encomendarte a nada para que las piezas encajen y no haya de más ni de menos. Comprende que la Esperanza es un axioma indemostrable fascinantemente complejo que se fundamenta en cálculos difíciles de contrastar, o en irracionales acrobacias en el aire. Sin embargo, sé indulgente con sus tantas incoherencias, pero no, nunca la rechaces, aunque sea claroscura o ridícula expresamente. No sea que puedas necesitarla como es costumbre en los otoños que sobrevienen como si fueran inviernos, en los habituales hundimientos: en las noches más oscuras cuando naufraga la armada invencible en un desierto sin párpados y no quedan ni lágrimas, ni cuerpo siquiera para escribir un verso más... Etiquetas: esperanza, hundimientos, poesía, versos
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